Vivimos en un mundo de emociones sugeridas. Llevamos un siglo de cultura visual. El cine se alimenta de imágenes convertidas en iconos:- Whiskys ardientes de Westerns crepusculares o los terriblemente solitarios de Bogart en el Rick’s Café.
– Chardonnays y desvaríos con Schopenhauer en los apartamentos neoyorquinos de Woody Allen.
– Absentas del cine preciosista de Renoir o de las pinturas incendiadas del loco del pelo rojo, ese Van Gogh atormentado y genial interpretado por Kirk Douglas.
– Esos Martinis de la Dolce Vita de azules quietos alrededor de la isla de Capri.
– Y el champagne… ah! el champagne. Cientos de películas atravesadas del perfume de una copa.
En La Vieja Licorería les proponemos un viaje hacia un mayor disfrute de nuestro licor y su amor por el cine.
Queremos que sea un elemento que culmine ese pequeño placer cotidiano frente a la pantalla, en la penumbra cálida de su salón.
Les proponemos los siguientes maridajes de filmoteca, abiertos siempre a sus sugerencias: