La música no deja de ser un estado de ánimo que se destila con notas invisibles, pero no menos ciertas que las que emanan de una copa de licor.
La música es un decorado sugerido para nuestras emociones y dibujado con notas improvisadas de jazz, elegancia de seda de Billie Holiday, lamentos de blues, voz desgarrada de Edith Piaf saliendo de los tugurios de Montmartre, sentimientos quebrados de flamenco, música celta que pareciera desgajada de otra época…
La Vieja Licorería les propone un juego de sugerencias y descubrimientos musicales que hagan del momento de tomar una copa de nuestro licor, una vivencia aún más especial.